martes, 20 de octubre de 2009





MAMÁ, YO QUIERO SER ARTISTA
Sir Aston Martin de Anglia Junior presenta su tesis doctoral.
Date prisa en ponerme el tuxedo, Thomas, que ya me esperan. Y Thomas, el eficiente Thomas, hijo de Thomas y nieto de Thomas, todos ellos depositarios de la excelencia en los servicios del buen mayordomo a lo largo de generaciones, se da toda la prisa que su artritis y sus temblorosos dedos le permiten. Todo es culpa de este maldito frío y húmedo clima septentrional, gracias al cual y al Dios luterano se propició la revolución industrial , rezonga Thomas para sí . Es una frase que, aunque no comprende, se la ha oído muchas veces a su señor y por tanto gusta de repetir frente al resto de criados. Sir Aston Martin Junior pasa hoy su prueba de fuego en Oxford. Los obsoletos flujos sincréticos keynesianos frente al torbellino innovador, revolucionariamente clásico, de los nodos de la fracción que subyacen en la tensión dinámica del mercado, según Hoppe " es el nombre de la tesis que leerá ante el tribunal. Pero Sir Aston Martin Junior no está nervioso. Su padre, Sir Aston Martin Senior ha tenido unas palabras previas con algunos miembros del Tribunal, como así las tuvo en el momento de la admisión de Junior en Oxford, mientras extendía el cheque anual como benefactor de la Institución. Ah, Sir Aston Martin Senior, qué gran liberal. Liberal de cuna, de una familia de liberales tan puros como los sementales de sus cuadras de Colonial Manor, allá en Poundshireshare, en el corazón de la gloriosa Inglaterra. Y me tengo que dar prisa en la lectura, piensa Sir Aston Martin Junior, pues me esperan mis colegas de OmegaTau para celebrar nuestra entrada en el Consejo de Administración de la Orient Import & Export & Oil Co., en donde el accionista principal, padre de mi entrañable amigo Bacon Eggs, de los Egss de Baltimore, ha tenido la buena idea de incorporarnos. Y luego dirán estos tecnócratas metomentodos envidiosos que el Liberalismo no ofrece igualdad de oportunidades, piensa Aston mientras el chófer le abre la puerta. ¡Pero si yo soy el menos dotado intelectualmente de todos mis amigos de toda la vida! Y ya ves. Es maravilloso el incentivo personal de superación que te otorga un entorno liberal, y yo soy la muestra viviente, piensa Aston mientras su coche se aleja bordeando Hyde Park... -->

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